Principios de Buena Gobernanza


 

Principios de Buena Gobernanza

(English version below)
Como hemos señalado, la diversidad de prácticas de gobernanza refleja las diferencias entre la historia política, social, económica y cultural de cada lugar y de cada organización. Sin embargo, podemos reconocer como factor común para alcanzar un modelo organizativo inteligente que la administración tributaria sea transparente, responsable, previsible, dinámica y participativa. Y esto se aplica a todas las administraciones tributarias de cualquier nivel tanto nacional como subnacional o local.
Por lo tanto, podemos asegurar que una buena gobernanza supone que el ejercicio de la autoridad conferida y la delegación de potestades se atengan a ciertos principios fundamentales:
Transparencia: La nitidez en el proceso de toma de decisiones promueve tanto la honestidad como la solvencia técnica de los servidores públicos. A su vez, desalienta el actuar incorrecto. La mitigación de la actuación discrecional y arbitraria se logra mediante la definición de reglas, sistemas y procesos simples y claros. La transparencia también comprende la capacidad de acceder sin limitaciones y oportunamente a información que permita conocer el estado real de la organización y sobre su administración.
Responsabilidad: Es el compromiso de rendir cuentas de quien ejerce una función. Exige el establecimiento de normas que permitan evaluar en qué medida se cumple el mandato legal del organismo, así como un sistema de rectificación eficiente para proteger los intereses de las partes interesadas y eliminar los errores y desvíos. En su calidad de administradores fiduciarios, los servidores públicos deben rendir cuentas por la administración prudente, eficiente y equitativa de los medios que les son asignados.
Previsibilidad: Es la aplicación congruente de la legislación tributaria y el respeto de los derechos y obligaciones tanto de la administración tributaria como de los contribuyentes. El marco normativo debe definirse claramente y aplicarse con coherencia. Las sorpresas y los cambios inesperados en las tasas de interés, la imposición de pagos a cuenta repentinos, la incorporación de requisitos caprichosos para acceder a planes de facilidades de pago u otras modificaciones imprevistas que no son adecuadamente explicadas pueden socavar gravemente la credibilidad de la administración tributaria y erosionar la cohesión social (GONZÁLEZ CAO, Recursos de la Seguridad Social y Administración Tributaria, su contribución conjunta a la cohesión social, 2021).
Dinamismo: Hace referencia a la respuesta oportuna al actual contexto de cambios exponenciales propio de la transición del capitalismo digital. El dinamismo conlleva el impulso de la innovación y la revisión crítica de los procesos. El modelo organizativo debe adecuarse para impulsar la mejora de la administración tributaria mediante un funcionamiento más eficiente e intervenciones que respondan a la evolución de las necesidades de la política fiscal y de los contribuyentes, aumentando así la creación de valor público.
Participación: La participación de las partes interesadas promueve las acciones de educación activa, compromiso e intervención efectiva de los distintos actores.


Puedes encontrar más publicaciones mías y de otros colegas sobre el tema en el sitio del CEAT (Centro de Estudios en Administración Tributaria) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires: https://www.economicas.uba.ar/extension_centros/ceat/
Si te interesa lo que publico, te agradeceré que visites el blog: https://trabajodecenteinclusionsocial.blogspot.com/

** ENGLISH VERSION **

**Principles of Good Governance**

As we have noted, the diversity of governance practices reflects the differences between the political, social, economic and cultural history of each place and each organization.
However, we can recognize as a common factor to achieve an intelligent organizational model that the tax administration is transparent, responsible, predictable, dynamic and participatory. And this applies to all tax administrations at any level, whether national, subnational or local.
Therefore, we can assure that good governance implies that the exercise of the conferred authority and the delegation of powers adhere to certain fundamental principles:
Transparency: Clarity in the decision-making process promotes both honesty and the technical solvency of public servants. In turn, it discourages wrongdoing. Mitigating discretionary and arbitrary action is achieved by defining simple and clear rules, systems and processes. Transparency also includes the ability to access without limitations and in a timely manner to information that allows us to know the real state of the organization and its administration.
Responsibility: It is the commitment to render accounts of those who perform a function. It requires the establishment of standards that make it possible to evaluate the extent to which the body's legal mandate is fulfilled, as well as an efficient rectification system to protect the interests of interested parties and eliminate errors and deviations. As fiduciary administrators, public servants must be held accountable for the prudent, efficient and equitable administration of the means assigned to them.
Predictability: It is the consistent application of tax legislation and respect for the rights and obligations of both the tax administration and taxpayers. The regulatory framework must be clearly defined and consistently applied. Surprises and unexpected changes in interest rates, the imposition of sudden payments on account, the incorporation of capricious requirements to access payment facility plans or other unforeseen modifications that are not adequately explained can seriously undermine the credibility of the administration. tax and erode social cohesion (GONZÁLEZ CAO, Social Security Resources and Tax Administration, their joint contribution to social cohesion, 2021).
Dynamism: Refers to the timely response to the current context of exponential changes typical of the transition to digital capitalism. Dynamism entails the promotion of innovation and the critical review of processes. The organizational model must be adapted to promote the improvement of tax administration through more efficient operation and interventions that respond to the evolution of the needs of fiscal policy and taxpayers, thus increasing the creation of public value.
Participation: The participation of interested parties promotes actions of active education, commitment and effective intervention of the different actors.

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