El proceso de previsión de ingresos

El proceso de previsión de ingresos

Habiendo destacado la importancia de establecer un calendario de plazos y entregables para un pronóstico oportuno y confiable de los ingresos públicos, los invito ahora a pensar cómo se puede iniciar este proceso en la práctica. 

El punto de partida, sin dudas, es la recolección de una serie de datos tales como previsiones recientes e indicadores macroeconómicos. 

Primero, uno necesita saber sobre el pasado reciente. El año más reciente para el que se disponga de datos sobre la recaudación real de ingresos constituirá la base para las previsiones de los años siguientes.

A partir de ese punto específico, podemos estimar la evolución de los ingresos tributarios en función de factores macroeconómicos, si se espera que disminuya el consumo, si se espera que aumenten los salarios, así como sobre nuevas medidas de política tributaria. En este momento del proceso de pronosticación el principal desafío será inferir las interacciones entre los ingresos y el entorno macroeconómico. Este paso tan delicado requiere intercambios de datos complejos entre los pronosticadores macroeconómicos y de ingresos públicos.

Por otra parte, conocer la estrategia fiscal del gobierno es fundamental. Por ejemplo, si el gobierno anuncia la implementación de medidas de consolidación fiscal durante los próximos tres años, que incluirán aumentos de impuestos, es probable que esta estrategia tenga un impacto positivo en los ingresos proyectados.

Por último, pero no menos importante, no es necesario comenzar desde cero para cada esfuerzo de pronóstico. Analizar los pronósticos anteriores y sus suposiciones subyacentes y actualizarlos suele ser suficiente, a menos que se revise el método de pronóstico.

Como señalamos, las interacciones entre el entorno macroeconómico y la recaudación de ingresos son complejas. Y este es el desafío clave. Para que los pronósticos incorporen estas interacciones, es necesario un proceso de ida y vuelta entre los pronosticadores macroeconómicos y de ingresos.

El inicio del proceso puede ocurrir desde el lado de la previsión macroeconómica. El equipo a cargo de pronosticar el entorno macroeconómico nacional recopilará información sobre el entorno macroeconómico mundial y sobre sectores o componentes más específicos de la economía nacional. Esto puede requerir cierta experiencia específica, por ejemplo, en el mercado laboral.

Este primer conjunto de previsiones se enviará a las unidades de previsión de ingresos. Sus proyecciones de ingresos incorporarán estos pronósticos a nivel macro y sectorial, así como el impacto esperado de las nuevas medidas de política tributaria.

El área de legislación tributaria de la Administración Tributaria y las áreas de estudios fiscales suelen ser de gran ayuda para comprender la dinámica de la recaudación y los efectos de las medidas tributarias complejas sobre la recaudación.

Una vez que se realizan las previsiones de ingresos, se envían de vuelta al equipo de previsión macroeconómica para su análisis y validación. Esta retroalimentación es importante porque las proyecciones de ingresos más altas o más bajas pueden conducir a cambios en los pronósticos macroeconómicos.

Tanto la estrategia fiscal como las restricciones presupuestarias son fundamentales tanto para los equipos macroeconómicos como para los de previsión de ingresos, ya que ambas, a menudo, tienen como objetivo utilizar la política fiscal para influir en la economía.

En este punto ingresamos en una etapa de simulación de las interacciones macro fiscales derivadas de la estrategia fiscal. Estas simulaciones tienden a inferir cómo se comportará la ciudadanía ante las modificaciones tributarias o cómo afectará una variación del precio internacional de algún commodity que exportamos o importamos a la balanza internacional y al resto de la economía. En definitiva, se simularán escenarios que afecten a los ingresos fiscales.

Estas interacciones que pueden parecernos complejas hoy pueden responderse utilizando sofisticados modelos de simulación macro econométrica, lo cual requiere la captación, capacitación y liderazgo de un equipo de especialistas dedicado a la tarea. Tal equipo es un nexo que debe interactuar con ambos lados de los pronósticos. Para que las previsiones sean más precisas, debe haber al menos una ida y vuelta que apunte a captar las interacciones macrofiscales de manera satisfactoria.

Las previsiones de ingresos resultantes del proceso deben estar listas con anticipación para que se pueden utilizar como base para la preparación del presupuesto. Por eso señalamos que, al menos, pueden requerirse dos o tres meses para todo el proceso de previsión de ingresos.

En el hipotético calendario presupuestario que presentamos previamente, esto significa que el proceso de previsión de ingresos debe comenzar en enero para poder alimentar al próximo año presupuestario.

Te invito a profundizar estas ideas en la Serie "Administración Tributaria del Siglo XXI":

Comentarios