El “buen” pronóstico I: la evaluación ex ante

El “buen” pronóstico I: la evaluación ex ante

Hemos concluido que un gobierno no puede planificar adecuadamente sus gastos ni administrar sus finanzas sin tener una buena idea de sus ingresos futuros. Por lo tanto, es esencial que las autoridades desarrollen buenos pronósticos de ingresos. 

Sin embargo, no es sencillo juzgar si un pronóstico es bueno o malo. No cabe duda que dificultad para evaluar la bondad de un pronóstico es grande cuando intentamos evaluarlo ex ante, es decir, antes de que se conozca el resultado. Pero también podemos querer evaluar si un pronóstico es bueno luego de concluir el ejercicio (ex post).

¿En qué debería basarse un juicio para determinar si un pronóstico es bueno?

La evaluación ex ante

¿Qué hace que un pronóstico sea mejor que otro incluso antes de que haya comenzado la recaudación de ingresos?

Podemos empezar diciendo que un buen pronóstico de ingresos debe tener en cuenta toda la información más reciente disponible, equilibrando objetivamente los desvíos positivos y negativos que pueden afectar los ingresos.

El mejor pronóstico ex ante no conduce necesariamente a la ausencia de error ex post, ya que el pronosticador no puede saber mucho en ese momento en un contexto imprevisible. En estos tiempos de cambios exponenciales pueden ocurrir varios eventos imprevistos originados en las causas más diversas como epidemias, cambio climático, desastres naturales, conflictos internacionales o una combinación fatal de más de uno de ellos.

Idealmente, un buen pronóstico es:

preciso: el error es lo más pequeño posible.

Imparcial: el pronóstico no es voluntariamente optimista ni pesimista.

racional: tiene en cuenta toda la información disponible.

En una primera mirada uno podría decir que un buen pronóstico es un pronóstico con un pequeño error ex post. Pero como veremos la cuestión es más compleja y esta definición puede ser incompleta.

Cuando evaluamos ex-ante nuestro pronóstico se basa en cálculos estadísticos y probabilísticos, se analizar cuál es la mediana y se estudia toda la información disponible.

El proceso de pronóstico de ingresos puede ser sólido y los pronósticos pueden ser imparciales y racionales ex ante. Sin embargo, al finalizar el ciclo presupuestario pueden resultar inexactos debido a cambios macroeconómicos imprevistos, por ejemplo. Por eso vale la pena enfatizar que un buen pronóstico no necesariamente implica no errarle a las previsiones.

En la próxima oportunidad analizaremos la evaluación ex post.

Te invito a profundizar estas ideas en la Serie "Administración Tributaria del Siglo XXI":

  • + GONZÁLEZ CAO, Rodrigo Luis (2023d). “Mejores impuestos para mejores tiempos: el buen impuesto”. Centro de Estudios en Administración Tributaria – CEAT. Universidad de Buenos Aires. Recuperado desde: https://www.economicas.uba.ar/wp-content/uploads/2023/07/el-buen-impuesto.pdf
  • + GONZÁLEZ CAO, Rodrigo Luis (2023e). “Nociones básicas de desempeño fiscal”. Centro de Estudios en Administración Tributaria – CEAT. Universidad de Buenos Aires. Recuperado desde: https://www.economicas.uba.ar/wp-content/uploads/2023/08/Nociones-basicas-de-desepeño-fiscal.pdf

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