Características clave de un marco de previsión de ingresos públicos

Características clave de un marco de previsión de ingresos públicos

Hasta aquí hemos enunciado las dificultades para pronosticar la recaudación impositiva en tiempos imprevisibles y la única certeza que tenemos es que una cosa es aspirar a lograr una sólida previsión de ingresos y otra muy distinta es hacer que suceda.

Sin embargo, nos vamos dando cuenta que la preparación de pronósticos de ingresos confiables requiere el establecimiento de un marco institucional que identifique claramente los requisitos de datos, así como las personas clave y áreas a cargo de producir estos datos.

Por lo tanto, podemos decir que las características clave de un marco de previsión de ingresos públicos deben contemplar, al menos:

  • Un acuerdo de intercambio de datos: un acuerdo formal de intercambio de datos. Este acuerdo debe ser suscripto por el más alto nivel posible para garantizar su credibilidad y aplicabilidad. Para que el acuerdo de intercambio sea autosuficiente debe abordar "qué" información se va a compartir, "cuándo" debe compartirse y "cómo" debe compartirse. Establecer un calendario predefinido con funciones y responsabilidades claras garantiza que las previsiones se entreguen a tiempo para la preparación del presupuesto.
  • Productores de datos: son todos aquellos proveedores y/o productores de datos necesarios tales como el Ministerio de Economía, la propia Administración Tributaria, el Instituto de Estadísticas y Censos, el Banco Central, otros ministerios o incluso analistas del sector privado.
  • Unidad Pronosticadora: Es el área de pronosticadores. Esta puede ser una Unidad de Análisis y Evaluación dedicada dentro de la Administración Tributaria o como órgano desconcentrado del Ministerio de Economía, o incluso una dependencia de la Oficina de Presupuesto del Congreso. Su rol comienza por identificar los datos necesarios para realizar las previsiones (datos de recaudación de ingresos, previsiones macroeconómicas, etc.).

Hecha una primera enunciación, analicemos con un poco más de detalle los componentes principales del marco institucional y los ingredientes necesarios para producir pronósticos de ingresos sólidos y confiables.

En primer lugar, necesitamos datos confiables. 

La previsión es una forma de análisis de datos. Sin datos, no puede haber pronósticos, solo conjeturas. 

Hay muchos tipos diferentes de datos que deben tenerse en cuenta en un proceso de pronóstico: datos sobre el pasado, el futuro y el presente.

Primero, necesitamos saber sobre el pasado. Por ejemplo, los datos actualizados sobre la recaudación de ingresos públicos son de vital importancia.

Pero además de conocer los datos históricos también es necesario comprender el comportamiento del desempeño fiscal en el pasado. Más importante que saber que la recaudación no alcanzó la meta espera es entender por qué se redujeron los ingresos en un período fiscal en particular.

Para encontrar una hipótesis de dichas razones debemos analizar los indicadores macroeconómicos, pero también el desempeño individual de los impuestos con mayor incidencia en la mezcla impositiva. Complementariamente a ello, también debemos reconstruir el historial de regulaciones y reformas que pueden haber impactado sobre los ingresos fiscales a lo largo del tiempo.

Luego, mirando hacia el futuro, necesitamos conocer tanto los pronósticos macroeconómicos como las decisiones políticas tomadas por el gobierno.

Y, finalmente, no podemos obviar las tendencias actuales. De hecho, los datos de recopilación mensuales o incluso diarios pueden ayudar a los pronosticadores a evaluar si sus proyecciones originales siguen siendo relevantes.

Al momento de decidir el marco institucional se deben considerar tanto las personas que posean las habilidades de análisis y pronóstico mencionadas como las agencias y áreas gubernamentales que deberán producir los datos necesarios.

Esta pléyade de profesionales incluye tanto a economistas y estadísticos responsables de formular los pronósticos macroeconómicos como a contadores y tributaristas especializados es recaudación impositiva y, también, a abogados fiscales que entiendan la legislación fiscal.

Para facilitar una integración fluida de las previsiones de ingresos con las decisiones presupuestarias, es fundamental que una unidad identificada establezca las funciones y responsabilidades de cada parte interesada, así como un cronograma claro de las diversas tareas que deben realizarse.

No obstante, el marco institucional debe mostrar cierta flexibilidad para garantizar que la unidad de pronóstico pueda incorporar shocks macro imprevistos o cambios de última hora en las leyes tributarias.

En esta diversidad queda claro que la coordinación, en un contexto de intercambio de información entre áreas y profesionales con habilidades tan diversas es un factor que puede incidir en el éxito o el fracaso del establecimiento del marco institucional.

Es decir, alguien debe hacerse cargo del proceso, establecer reglas básicas para la recopilación de datos y luego producir los pronósticos de manera oportuna, haciendo un uso completo de todos los datos recopilados.

Como se irán dando cuenta, este gran volumen de datos a tratar requiere de ciertas capacidades que no cualquier área de gobierno puede asumir. Y, en consecuencia, nuestra preferencia por la ubicación de la Unidad de Análisis y Evaluación tendrá un impacto directo sobre el éxito de su funcionamiento.

Si sumamos a ello la complejidad de la coordinación de saberes y profesionales tan diversos queda claro que la elegida para establecer una Unidad de Análisis y Evaluación suele ser la agencia de recaudación de ingresos.

Te invito a profundizar estas ideas en la Serie "Administración Tributaria del Siglo XXI":

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