Pronóstico tributario y calendario de gestión presupuestaria

Pronóstico tributario y calendario de gestión presupuestaria

Hemos señalado que un pronóstico de ingresos debe abarcar una amplia gama de información tales como datos anteriores sobre ingresos fiscales, pronósticos de ingresos anteriores, pronósticos macroeconómicos actuales generalmente realizados por otras agencias y estimaciones de los impactos de las medidas de política fiscal.

Para poder arribar a pronósticos oportunos la gestión de plazos y entregables es vital.

Se debe asignar suficiente tiempo a cada etapa del proceso para que los pronosticadores puedan incorporar cada uno de los elementos en sus proyecciones en forma oportuna. Un dato que llega extemporáneamente aumenta el margen de error de cualquier pronóstico de recursos.

Al establecer el marco institucional se debe considerar cuidadosamente cuándo deben enviarse los pronósticos macroeconómicos al equipo de pronóstico de ingresos y cuánto tiempo necesita el equipo de pronosticadores para su análisis e incorporación a las previsiones impositivas.

Debemos entender que la complejidad y volumen de los datos requiere plantear un proceso de, al menos, dos o tres meses.

Por otra parte, considerando las fechas de preparación del presupuesto establecidas por las normas legales, establecer un calendario claro de antemano para el procedimiento de previsión es la mejor manera de garantizar que el proceso se desarrolle de manera oportuna.

El artículo 26 de la Ley N.° 24156 obliga al Poder Ejecutivo Nacional a presentar el proyecto de ley de presupuesto general a la Cámara de Diputados de la Nación, antes del 15 de setiembre del año anterior para el que regirá, acompañado de un mensaje que contenga una relación de los objetivos que se propone alcanzar y las explicaciones de la metodología utilizada para las estimaciones de recursos.

Dicho plazo se ha establecido para que el Poder Legislativo discuta, modifique y apruebe el presupuesto.

Para poder presentar el proyecto de presupuesto a mitad de septiembre, el marco institucional debería asignar un período de tres a cuatro meses para las negociaciones presupuestarias entre el Ministerio de Economía y cada uno de los ministerios y sectores de gobierno. Este es el momento en el que tienen lugar las discusiones sobre las asignaciones presupuestarias.

Como buena práctica el monto total de gasto posibles tendría que conocerse antes de que comiencen las negociaciones. Para establecer esta "bolsa" a repartir, el gobierno necesita contar inexorablemente con un "buen pronóstico" de los ingresos proyectados. Como vemos una vez más, las previsiones de ingresos juegan un papel clave en todo el ciclo presupuestario.

Por lo general, a principios del año calendario, deben estar fijadas las reglas de juego del año fiscal y, como buena práctica, toda nueva medida fiscal que se discuta debiera tener efecto a partir del año siguiente para que sus efectos se integren completamente en las previsiones. Sin embargo, en la práctica, esto muchas veces no sucede así. 

Por otra parte, en los actuales tiempos de cambios exponenciales influidos por conflictos internacionales y el impacto del cambio climático el entorno macroeconómico puede cambiar después de que se haya fijado la dotación presupuestaria y, como resultado, tanto la recaudación de ingresos como la estimación de gastos puede desviarse de lo que se proyectó inicialmente. 

Toda esta información debe ser tenida en cuenta en la mayor medida posible, especialmente cuando el impacto de estos imprevistos es significativo. Sin embargo, muchas veces, estas actualizaciones de pronósticos se basan en análisis menos detallados.

Te invito a profundizar estas ideas en la Serie "Administración Tributaria del Siglo XXI":

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