Instrumentar un Programa de Fortalecimiento de Jefaturas
Son muchos los factores pueden afectar la calidad de la gestión de personas y del capital humano que puedan implementar las jefaturas de línea.
A menudo las jefaturas de línea priorizan los problemas operativos de su área por sobre los problemas de recursos humanos y piensan que no tienen suficiente tiempo para dedicarse a ambas cuestiones, creyendo erradamente que las dificultades con las personas no incidirán en el resto de la gestión cotidiana.
Sumado a este juicio de valor errado, es posible que tampoco tengan suficientes competencias relacionadas con la gestión de personas y del capital humano ni la "caja de herramientas" para resolverlas.
Es importante que la organización reconozca institucionalmente que las jefaturas de línea tienen un papel clave en el desarrollo del personal y en la gestión del talento de su equipo. Y que una mejora en dicho aspecto incide directamente sobre el desempeño organizacional.
El reconocimiento del papel fundamental de las jefaturas de línea en la mejora del desempeño organizacional debe instrumentarse por medio de la implementación de políticas orientadas a proveerles de herramientas y habilidades para que puedan desarrollarse en el ejercicio de dicha función.
Pero es importante entender que un programa efectivo de fortalecimiento de jefaturas debe trascender la mera transmisión de información sobre políticas y estrategias organizacionales. Eso puede ser un primer paso, pero no es suficiente.
En concreto, debe apuntar preferencialmente al desarrollo de habilidades que permitan mejorar la calidad de las acciones de la organización.
Estas acciones deben incluir la comprensión de la cultura organizacional, la gestión del cambio y de las relaciones interpersonales. Además, los programas de formación dirigidos a este público deben comprender:
• Habilidades gerenciales estratégicas como toma de decisiones, liderazgo, gestión de reuniones efectivas, administración de un tablero de control y monitoreo de variables que afectan su gestión.
• Habilidades de implementación de mejora de procesos. En este campo podemos sugerir contenidos tales como análisis de procesos, identificación de potenciales mejoras en los procesos y en el desempeño de los equipos de trabajo o también planeamiento operativo.
• Habilidades de gestión personal tales como autoconocimiento, manejo del tiempo, manejo del estrés y de las presiones.
• Habilidades interpersonales entre las cuales se encuentran manejo de emociones, conducción de equipos, retroalimentación, desarrollo de colaboradores, comunicación efectiva y asertividad.
Te invito a profundizar estas ideas en la Serie "Administración Tributaria del Siglo XXI":
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