Impulsar las infraestructuras físicas, digitales y sociales aumenta el valor público y la calidad de vida

  Hemos señalado que, en la etapa de recuperación postpandémica, las políticas públicas deben orientarse a la resolución de déficits estructurales no resueltos que arrastramos desde hace décadas y fomentar el crecimiento económico inclusivo y sostenible.

Cualesquiera que sean las áreas de inversión económica que elija el país dentro de sus definiciones estratégicas, será un requisito indispensable disponer de infraestructuras físicas, digitales y sociales, en particular de servicios públicos de alta calidad que tengan un impacto positivo sobre la calidad de vida de los ciudadanos. 

La actual crisis sanitaria ha desnudado las debilidades y ha puesto de manifiesto que las redes de transporte inadecuadas restringen la movilidad de los trabajadores, obstaculizan el comercio y agravan la brecha entre las zonas urbanas y rurales; las viviendas insuficientes y deficientes aumentan el riesgo de accidentes y de problemas de salud; las escuelas e institutos técnicos y de formación profesional de mala calidad dificultan la creación de la siguiente generación de talentos; y la falta de servicios básicos como el agua, la energía, el saneamiento y la atención sanitaria margina poblaciones y aumenta la carga que soportan las mujeres, reduciendo su participación en el mercado laboral.

Los invito a compartir sus comentarios.

Saludos, Rodrigo

Si te interesa leer más sobre el tema, te invito a visitar:

Puedes leer las notas previas en: https://trabajodecenteinclusionsocial.blogspot.com/

Comentarios