En la etapa de recuperación postpandémica las políticas públicas deben fomentar el crecimiento económico inclusivo y sostenible

  A la crisis sanitaria le sobreviene una crisis socio-económica. Las grandes transformaciones económicas en curso, relacionadas con las nuevas tecnologías, los cambios demográficos y el cambio climático, tendrán un importante impacto en nuestras economías y en el trabajo. 

En la etapa de recuperación postpandémica las políticas públicas deben fomentar el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos a través de inversión en infraestructuras y en sectores estratégicos que permitan abordar los cambios del mundo del trabajo en la nueva normalidad en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas  (CNCPS, 2017) y  (CNCPS, 2019).

Acompañar estas transiciones implica la combinación de nuevas regulaciones laborales para impulsar mercados eficientes, junto al diseño adecuado de políticas de formación y capital humano que aseguren la reasignación de trabajadores a otras actividades que tengan exigencias de calificación similares y demanda en aumento, evitando una dispersión salarial y de empleo excesivas (OCDE, 2013).

Un programa centrado en las personas requiere grandes inversiones que guíen estas transformaciones para crear trabajo decente. Los gobiernos y las organizaciones de empleadores y de trabajadores deben participar en este proceso esencial de toma de decisiones con nuevas normas, incentivos empresariales y objetivos de política económica que orienten mejor las inversiones hacia ámbitos de la economía que promuevan empleos decentes, igualdad de género y desarrollo sostenible, proporcionando al mismo tiempo una base para actividades de alto valor agregado.

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Saludos, Rodrigo

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