En la etapa de recuperación deben orientarse las políticas públicas a la resolución de déficits estructurales

  En la etapa de recuperación que deberemos transitar para recuperarnos de la crisis socio-económica postpandémica deberemos orientar los escasos recursos públicos hacia la resolución de determinados déficits estructurales que quedaron expuestos en la crisis sanitaria.

Un área que se debe impulsar es la economía de los cuidados para poder afrontar el envejecimiento de la población y enfrentar potenciales epidemias futuras. La transformación de la economía de los cuidados requiere inversiones públicas en servicios de cuidados de calidad, políticas de trabajo decente para los cuidadores, apoyo a los cuidadores no remunerados que desean volver al empleo remunerado y una revalorización de dicha tarea, además de la formalización del trabajo de cuidados remunerado. Es de esperar que la inversión en nuevas tecnologías podría mejorar las condiciones de trabajo, así como el alcance, la universalidad de la cobertura de salud y la calidad de prestación de servicios. 

Otra área en la cual se debe invertir fuertemente es la economía verde y las acciones para mitigar el cambio climático y la incidencia de la huella de carbono. Invertir más en la economía verde puede promover un futuro del trabajo integrador, ya que la degradación del medioambiente afecta de manera desproporcionada a las poblaciones vulnerables y de bajos ingresos. Para eso es necesario un diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta, porque el desafío ambiental que vivimos nos impacta a todos, pero no impacta a todos por igual (FRANCISCO, 2015).

También es importante incentivar las economías regionales y el empleo rural decente. Muchos trabajadores de este sector viven en la pobreza y la informalidad, y dependen de la agricultura a pequeña escala para su sustento. Sin embargo, la inversión estratégica en la economía rural ha quedado rezagada. Revertir esta tendencia y lograr el trabajo decente y sostenible requiere medidas urgentes. Entre ellas figuran el fortalecimiento de los derechos de titularidad de las tierras, el empoderamiento de las mujeres que son cabeza de familia, la mejora del acceso al crédito, y el establecimiento de medidas para lograr que los pequeños agricultores reciban precios justos por sus productos.

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Saludos, Rodrigo

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