En la etapa de recuperación debe aprovecharse la tecnología para impulsar el trabajo decente y la formalización de la economía

  No existe un único efecto en la creación y destrucción de empleo que pueda relacionarse de forma determinista con el cambio tecnológico. 

Tampoco puede hablarse de un efecto invariable en los procesos de producción, el crecimiento económico, las necesidades en materia de competencias o en la calidad del trabajo. 

Necesitamos comprender mejor estos efectos y prestar especial atención a las circunstancias institucionales, organizativas y de desarrollo propias de los mercados laborales argentinos, de cada sector económico y de las particularidades de cada región de nuestro vasto país de dimensiones casi continentales.

El debate sobre la tecnología y el futuro del trabajo en la nueva normalidad tiende a centrarse en las cuestiones de creación y destrucción de empleo, y en la necesidad de readaptación profesional. Pero un programa centrado en las personas requiere que se preste una atención igual al papel que juega la tecnología en promover el trabajo decente y la formalización de la economía. 

El trabajo no es una mercancía, así como tampoco el trabajador es un robot. La tecnología puede liberar a los trabajadores del trabajo arduo, de ciertas tareas de riesgo, de la monotonía y de la penuria. Los robots colaborativos, o «cobots», pueden reducir el estrés relacionado con el trabajo y los potenciales accidentes laborales. 

Sin embargo, los procesos impulsados por la tecnología también pueden hacer superflua la mano de obra y, en última instancia, alienar a los trabajadores y frenar su desarrollo. 

En el ámbito de las Administraciones Tributarias las tecnologías como la inteligencia artificial, la robótica y los sensores entrañan innumerables posibilidades para mejorar el trabajo y promover la formalización: 

la extracción de información mediante técnicas de minería de datos puede ayudar a la Administración Tributaria a identificar los sectores económicos de alto riesgo y a mejorar los sistemas de inspección para combatir el trabajo informal y los circuitos marginales de fondos;

los chatbots y la automatización robotica de procesos (RPA) puede mejorar la atención de los trámites de los contribuyentes a través de una ventanilla electrónica única (“One stop shop”) e impulsar un sistema de administración (CRM) que facilite el cumplimiento de las obligaciones y la gestión del incumplimiento;

las tecnologías digitales, como las aplicaciones y los sensores, pueden facilitar a las empresas y a los interlocutores sociales la supervisión de las condiciones de trabajo y del cumplimiento de la legislación laboral en las cadenas de suministro; 

la tecnología de Block chain (cadenas de bloques), que proporciona transparencia y seguridad a través de bloques cifrados y bases de datos descentralizadas, podría garantizar el pago de los salarios mínimos y facilitar la transferibilidad de las calificaciones y de la protección social de los trabajadores migrantes, así como el pago de la seguridad social para quienes trabajan en plataformas digitales.

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Saludos, Rodrigo

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