El trabajo decente debe ser un pilar del contrato social en la nueva normalidad

 En 1999, la Organización Internacional del Trabajo presentó su memoria "Trabajo decente" (OIT, 1999) en la cual introduce el concepto y lo enmarca en cuatro objetivos estratégicos: los derechos en el trabajo, las oportunidades de empleo, la protección social y el diálogo social.


Cada uno de ellos cumple, además, una función en el logro de metas más amplias como la inclusión social, la erradicación de la pobreza, el fortalecimiento de la democracia, el desarrollo integral y la realización personal.


Llegados a este punto es necesario comprender el rol del trabajo decente como pilar del contrato social.


La remuneración que el trabajador percibe por su trabajo le permite satisfacer sus necesidades materiales, superar la pobreza y vivir dignamente. Pero, además de cubrir sus necesidades, el trabajo le da a cada uno una identidad, un sentido de pertenencia y un propósito a su vida.


El trabajo decente incrementa los ingresos de los individuos y de las familias, que pueden ser gastados en la economía local. Su poder adquisitivo incentiva el crecimiento y el desarrollo de empresas sostenibles, sobre todo de las pequeñas empresas, que a su vez pueden contratar a un número mayor de trabajadores y mejorar sus salarios y condiciones de trabajo.


El trabajo decente aumenta los ingresos fiscales para que los gobiernos puedan financiar medidas sociales dirigidas a proteger a quienes no encuentran un empleo o no pueden trabajar.


La transición hacia el futuro del trabajo en la etapa de recuperación postcrisis pandémica debe considerar las acciones necesarias para consolidar la justicia social, formalizar el empleo informal, reducir la desigualdad y la pobreza de los trabajadores, mejorar la seguridad laboral y proteger la dignidad del trabajo (OIT, 2015b) y (ONU, 2015).


El 80% de los empleadores de Argentina son microempresas con menos de diez trabajadores en su nómina (MPyT, 2019a).


Pero además del trabajo formal, lamentablemente en muchas de estas unidades productivas se recurre a prácticas de empleo informal que vulneran las condiciones de trabajo decente. De las estadísticas de trabajadores informales que presenta la Encuesta Permanente de Hogares surge que uno de cada tres trabajadores no realiza aportes al sistema contributivo de la Seguridad Social (INDEC, 2019a)


Los invito a compartir sus comentarios.


Saludos, Rodrigo


Si te interesa leer más sobre el tema, te invito a visitar:


Puedes leer las notas previas en: https://trabajodecenteinclusionsocial.blogspot.com/

Comentarios