La nueva normalidad nos presenta un dominó de cambios entrelazados

En el posteo previo mencionamos que la irrupción imprevista de la nueva normalidad nos sorprende transitando un contexto RIPE y analizamos brevemente por qué es Rápido, Impredecible y Paradójico.
Pero también afirmamos que este contexto RIPE es entrelazado porque vivimos en múltiples ecosistemas conectados entre sí. Así, el “efecto mariposa” de una decisión puede tumbar una ficha de dominó que traiga aparejada una serie de consecuencias en cadena. En consecuencia, al ser impredecible y paradójico podemos caer en la simplificación de creer que los desafíos son problemas unidireccionales con una única solución correcta, en lugar de verlos como polaridades que pueden aprovecharse si acertamos con el diagnóstico adecuado y oportuno. En ese contexto las Administraciones Tributarias se ven compelidas a transitar un raid incierto que afecta a sus tareas y a sus modelos de gestión.
Precariamente divisamos que ciertas disrupciones están por acontecer, pero no estamos seguros de qué es exactamente lo que podría ocurrir si efectivamente sucediera. Es un doble no saber, que nos presenta un reto intelectual imponente. Podemos analizar hipótesis, crear estrategias y realizar predicciones de comportamientos futuros, pero luego algo totalmente inesperado ocurre, desafiando por completo las certezas que hemos construido a partir de nuestra experiencia.
En este devenir la transformación es rápida, el contexto es impredecible y la gestión del Estado, tanto en su faz de la protección social como de la Administración Tributaria que recauda los fondos para financiar la Seguridad Social, se ve influida por cambios sociológicos (estilos de vida, modelos de familia, cuestiones de género, fenómenos de urbanización y concentración en grandes aglomerados urbanos), tecnológicos (con la universalización de la digitalización en todos los ámbitos), económicos (con mercados ultra competitivos, guerras comerciales entre bloques comerciales y constante cambio de pautas de juego), políticos (donde el contexto muta incesante y paradójicamente), ambientales (con creciente importancia de la sustentabilidad y del impacto de la huella de carbono) y demográficos (crecimiento de expectativa de vida, caída de la tasa de nacimientos por mujer fértil, aumento de la población urbana). Cambios que impactan sobre la Seguridad Social y sus prestaciones, pero también sobre las modalidades de empleo y sobre la forma en que la Administración Tributaria recauda las cotizaciones contributivas sobre la nómina salarial.
Todos estos cambios están entrelazados y, al definir los programas de acompañamiento a los afectados por el cambio, o al diseñar los planes de gobernanza de las Administraciones Tributarias, podemos caer en la simplificación de creer que los desafíos son problemas unidireccionales con una única solución correcta, en lugar de verlos como polaridades que pueden aprovecharse si acertamos con el diagnóstico adecuado y oportuno.
Los invito a expresar sus opiniones en los comentarios.
Saludos a todos, Rodrigo
Si te interesa leer más sobre el tema, te invito a visitar:

Comentarios